Como egresado de la Facultad de Derecho de la UNAM, me apena tremendamente la situación por la que pasa la otrora máxima casa de estudios del país. El daño que la omisión del rector Enrique Graue le ha ocasionado a la UNAM es irreparable. La «comentocracia» mexicana defendía al rector alegando que o salvaba el prestigio de la UNAM o salvaba a la UNAM, que lo que el Presidente quería era que la UNAM actuara para contra atacarla. Quiero pensar que el rector confío en su abogado general cuando afirmaba que la UNAM no tenía las facultades para retirarle el título a la ministra Yasmín Esquivel por haber plagiado su tesis de licenciatura.
Hasta que el diario El Universal publicó una nota en la que afirmaba que en 1963 ya la UNAM había retirado un título y cancelado el registro a un alumno que había plagiado su tesis de la licenciatura en derecho. La nota no dice a quién se le retiró el título y ante la pregunta a ChatGPT, esta inteligencia artificial afirma que fue nada menos que a Carlos Salinas de Gortari. Aunque sabemos que el ex Presidente estudió economía en la UNAM y que ChatGPT frecuentemente se equivoca, no deja de ser interesante el dato.
Aparentemente, esta revelación obligó al rector a sustituir al abogado general, Alfredo Sánchez Castañeda, por el maestro Hugo Concha Cantú. El último golpe a la UNAM vino de un franco inesperado. El día de la bandera, el periódico El País informó que la Ministra Yasmín Esquivel Mossa había plagiado la tesis que en el año 2009 sustentó en la Universidad Anáhuac para obtener el grado de Doctora en Derecho. Según el diario, la ministra contestó a través de su abogado, que no se trataba de plagio, sino de una deficiencia al no poner comillas, cuando en realidad se trata de un burdo plagio popularmente conocido como copy & paste.
La Universidad Anáhuac, de los legionarios de Cristo, nada harán, pues según nota publicada por Carlos Puig en Milenio, nada mal le viene a la mentalidad empresarial de los legionarios hacerle el favor a la ministra, pues es bien sabido que favor con favor se paga. El segundo golpe a la UNAM provino de los mercaderes de la educación, que al no hacer nada, se equiparan, por analogía, a la UNAM.
A pesar del escándalo, y a pesar de no contar por lo menos con uno de dos requisitos que exige la Constitución para ser ministro; contar con título de licenciado en derecho y buena reputación, la ministra Yasmín Esquivel no ha dado muestras de querer renunciar y, al contrario, ha hecho de todo para tergiversar la realidad. Ahora, la ministra pirata no sólo barrió con la reputación de la UNAM, que más dañó le causó la omisión del rector y darle el tiempo necesario a la ministra para obtener un amparo contra la UNAM, sino que también se lleva entre las patas el prestigio de la Suprema Corte de Justicia de la Nación. En su afán por mandar al diablo a las instituciones, el Presidente mató dos pájaros de un tiro.
Referencias:
Puig, C. (2023, 27 de julio). El desprecio de los legionarios. Milenio. Recuperado de https://www.milenio.com/cultura/puig
El País. (2023, 24 de julio). Yasmín Esquivel y el plagio en su tesis doctoral. El País. Recuperado de https://elpais.com/mexico