El 5 de noviembre participé en una reunión denominada “Networking” y organizada por la Asociación Mexicana de Exbecarios de Japón. En las mesas redondas se nos cuestionó sobre los impactos de la pandemia y uno de ellos fue en la educación. Un presidente de una importante empresa japonesa asentada en México mencionó que había leído un artículo en un medio estadounidense sobre los impactos de largo plazo que la pandemia tendría sobre la economía principalmente por las afectaciones en la educación.
En la Universidad en la que imparto clases, pasamos de un modelo en línea a uno híbrido y de ahí de vuelta al presencial. Tanto en el modelo en línea como el híbrido, el examen no era el único indicador para aprobar a los alumnos, habría un sin fin de indicadores para otorgar una calificación a un alumno. Aunado a ello, hay que recordar que durante la pandemia la Secretaría de Educación Pública prohibió reprobar a los alumnos de educación básica y media superior, como se puede constatar en este reporte periodístico del diario El país. De alguna manera, esta tendencia permeó hasta la Universidad.
Con estos métodos en línea e híbrido se le facilitó a los alumnos aprobar las materias. Pero por otra parte, la entrega de trabajos y la falta de controles, como sistemas inteligentes para detectar el plagio, hicieron que para algunos estudiantes aprobar una materia fuera tan fácil como el copiar y pegar; hacer el famoso copy and paste.
Durante la pandemia se realizaron exámenes en línea, en los que aunque los evaluados mantenían la cámara encendida, se las ingeniaban para copiar. Tan fácil como programar las preguntas en orden aleatorio para darse cuenta que los aplicantes copiaban las respuestas equivocadas a distintas preguntas. En los exámenes de certificación que se realizan en línea, hay un evaluador que constata todas las condiciones de la habitación antes de presentar un examen y luego se realiza este en una grabación ininterrumpida. Esto sería imposible en un grupo, por eso se realizan de manera individual, aunque un evaluador podría estar vigilando a varios aplicantes a la vez.
Por el canal de Youtube de Jabiertzo, un español que habita en China con su esposa e hija, me enteré del gaokao, el examen chino que decide quien logra el ingreso a la Universidad y quien no. El autor del vlog (video blog) destacaba el papel igualador que juega el examen; lo que convierte a China en una auténtica meritocracia. No importa la clase social, sino la capacidad del estudiante para lograr su acceso a la educación superior. Lo más parecido que hay en México a este examen es el de ingreso a la Universidad Nacional Autónoma de México, en el que miles de estudiantes de diferentes estratos económicos compiten por un lugar en la máxima casa de estudios y como puedo recordar de mi propia carta de aceptación; “nadie puede forzar las puertas de ingreso a la Universidad”.
En una analogía a la frase de Wiston Churchil; “La democracia es el peor sistema de gobierno, a excepción de todos los demás”, el examen es el peor de los métodos de evaluación a excepción de todos los demás. No sólo existe el problema del plagio por internet, sino incluso servicios que ofertan la elaboración de trabajos a modo. Un sistema de inteligencia artificial aprobaría un trabajo elaborado de esa manera con una salvedad; que no fue hecho por el estudiante.
Referencias:
- Rodríguez, D. (22 de junio de 2022) Prohibido reprobar: los alumnos de educación básica de México tienen garantizado este ciclo escolar. El País.