
De die in diem
El 3 de abril de 2018 escribí una entrada al blog denominada “La tribu bajo ataque” en la que hacía referencia a los ataques lanzados por Andrés Manuel López Obrador contra los itamitas, y de cómo había escuchado a Antonio Diez Quesada decir que “ITAMitas, somos los únicos que nos autonombramos como tribús.” Esto fue hasta que el término tribu adquiriera una connotación negativa por el libro “La llamada de la Tribu” de Mario Vargas Llosa. El libro representa la biografía intelectual del escritor Mario Vargas Llosa. Cuando Vargas Llosa cita a Hayek, dice que los órdenes espontáneos como el lenguaje, la propiedad privada, la moneda, el comercio y el mercado surgieron para superar la vida de las cavernas y de la tribu. A la vez, cuando Vargas Llosa cita a Ortega y Gasset, equipara a la tribu con la masa.
Norberto Bobbio dijo que la democracia lleva en sí misma la semilla de su destrucción, los nazis, por ejemplo, llegaron al poder a través de las urnas. Mario Vargas Llosa, en su obra La llamada de la tribu, cita a Jean-Francois Revel quien, en el contexto de la guerra fría, tiene un argumento parecido al de Bobbio. En el diagnóstico que hacía Revel, la URSS iba ganando la guerra a Occidente, pues se aprovechaba de las libertades que en estas democracias existía para atacarlas.
Andrés Manuel López Obrador (AMLO), presidente electo de México, canceló el proyecto del Nuevo Aeropuerto Internacional de México (NAIM). A pesar de que Citibanamex publicara un informe titulado “Nuevo Aeropuerto en CDMX: en vísperas del error de octubre” en el que advertía de los efectos que en el corto y el mediano tendría la cancelación del proyecto; pérdida del capital invertido (120 mil millones de pesos) y pérdida de confianza en la nueva administración que “tomará decisiones públicas de forma discrecional y populista”.
Anne Applebaum, en un artículo publicado en The Athlantic y que se titula “A Warning From Europe: The Worst Is Yet to Come”, sostiene la tesis de que dadas las condiciones adecuadas, cualquier sociedad puede volverse en contra de la democracia. Applebaum compara la profunda división de la sociedad polaca actual con la que aconteció en Francia con el caso Dreyfus. Lo mismo se puede decir que ocurre en México con los detractores y los seguidores del peje. Applebaum afirma que la monarquía, la tiranía, la oligarquía y la democracia eran conceptos familiares para Aristóteles hace más de 2000 años, pero Aristóteles no conoció el Estado de un partido político que rige en China, Venezuela y Zimbabue, que fue creado en Rusia en 1917 por Lenin.
Rob Riemen, en la obra Para combatir esta era: Consideraciones urgentes sobre el fascismo y el humanismo, critica la creencia de que la tecnología va a resolver todos nuestros problemas.
“Después de perder nuestra fe en Dios, empezamos a creer en el progreso, porque el futuro resolvería todos nuestros problemas.”
De acuerdo con Riemen, la ciencia y la tecnología no pueden enseñarnos nada sobre ética y valores. Para la ciencia, sólo existe la verdad, pero la verdad de la que habla Riemen es una verdad más alta. Por lo que concluye que la ciencia nos oculta esa verdad.
El candidato a la Presidencia de la República por parte del Movimiento de Regeneración Nacional (MORENA), Andrés Manuel López Obrador, ha prometido eliminar el examen de admisión a universidades públicas. De acuerdo con Rob Riemen en su obra Para combatir esta era: consideraciones urgente sobre el fascismo y el humanismo esta idea se basa en una desviación de la igualdad en la que cualquiera pueda tenerlo todo y lo que otra persona tenga, la otra lo tenga también. Si bien hay una idea de igualdad del socialismo ascendente que postula la justicia social, la igualdad de oportunidades y el derecho universal al voto, estos ideales tienen como fundamento valores absolutos y al perderse estos por el nihilismo y el auge del hombre-masa, los valores se pervierten. La cultura que promueve López Obrador no es una cultura de excelencia, sino una cultura hacia lo más bajo, donde se encuentra el denominador común de la población. Por ello se desploman los niveles de la educación, para que todos puedan estudiar y graduarse. Lo mismo ocurre con el arte, este debe poder entenderse. Surge un rencor hacia todo lo difícil, esto deviene elitista, por lo tanto, antidemocrático. Lo contrario, lo fácil, no es elitista y resulta democrático. El autor cita al crítico de la cultura neerlandés Menno ter Braak, para quien en esta sociedad nihilista la política resulta materia de los agitadores que sólo buscan la preservación y ampliación de su poder. A mediados de la década de los treintas del siglo pasado, Ter Braak cuestionó un movimiento que sólo se aprovechaba del resentimiento social en Europa. Este movimiento se centraba en la agresión y en el enojo, no tenía ideas propias y no buscaba resolver los problemas sociales. La injusticia era necesaria para mantener el ambiente de vilipendio y odio. En aquellos tiempos el centro de ataque era el judío, ahora es la mafia del poder o la minoría rapaz que hace negocios a la sombra del poder. Este movimiento se consideraba la víctima eterna de la izquierda y de las élites, era anti intelectual y atacaba todo aquello que fuera diferente.
El 6 de septiembre de 2017 Alexander Nix se presentó en el KIO Kloud Camp. Los asistentes estábamos inconformes con la presencia del CEO de Cambridge Analytica que había ayudado a ganar a Trump la presidencia de los EEUU. Después de su exposición quedamos boquiabiertos. Cambridge Analytica había desarrollado un modelo que con base en ciertos rasgos de la personalidad era capaz de persuadir a personas con los mismos datos demográficos con anuncios diferenciados según el rasgo de la personalidad. Si una persona es más analítica, se le enviarían los datos técnicos de un vehículo y si otra persona es más intrépida se le enviará un anuncio de un automóvil a toda velocidad en una autopista. La sofisticación de su modelo era tal que podían enviar distintos anuncios de televisión por cable a vecinos de la misma área geográfica. Para ejemplificar de qué manera se podría utilizar el modelo en una campaña política, supóngase que una persona tiene aracnofobia (asco o fobia irracional a las arañas), a esta persona se le enviaría una fotografía alterada de una araña con la cara de López Obrador y las noticias sobre el amor que el peje siente por las arañas (sin ánimo de ofender a su señora esposa) o las noticias sobre sus supuestas intenciones por abrir un instituto de investigación sobre las arañas. El miedo irracional que esta persona siente por las arañas la haría repeler inmediatamente la idea de votar por López Obrador. De acuerdo con el filósofo sudcoreano Byung Chul Han, la humanidad se dirige hacia la psicopolítica digital en la que el poder interviene en los procesos psicológicos inconscientes. La psicopolítica digital es más eficiente que la biopolítica, pues no controla, vigila o mueve a los hombres desde fuera, sino desde adentro. El panóptico digital, la presencia de cámaras de vigilancia en todo lugar y momento, no es la sociedad biopolítica disciplinaria, sino la psicopolítica que gracias a esta vigilancia es capaz de leer pensamientos y de controlarlos. En la época del Big Data (grandes datos) ya no sirve de nada la taxonomía, la ontología o la psicología. El análisis de los grandes datos no sólo permite conocer los modelos de conducta, sino predecirlos. Si Ricardo Anaya, quien da pláticas en el formato de las conferencias TED, hubiera aprovechado la minería de datos seguramente estaría arriba en las preferencias electorales, pero también es posible que no exista tanta información de los votantes mexicanos como la hay de los estadounidenses. La manipulación del Big Data supone el fin de la democracia, si se logra moldear el comportamiento de los electores se acaba con la libertad de elección.
Rob Riemen en la obra Consideraciones urgentes sobre el fascismo y el humanismo para combatir esta era desarrolla un argumento convincente:
“El uso del término populista es tan sólo una forma más de cultivar la negación de que el fantasma del fascismo amenaza nuevamente nuestras sociedades y negar el hecho de que las democracias liberales se han convertido en su contrario: democracias de masas privadas de su espíritu democrático.”
Lo que se oculta detrás del populismo es el fascismo. De acuerdo con el autor, la razón por la que el fascismo puede regresar tan fácilmente en las democracias de masas es la ignorancia. A pesar de todos lo avances tecnológicos, del acceso a la información y la impartición de una mejor educación, la fuerza dominante en la sociedad es la estupidez humana.
Hace unos días escuché en la radio que el peje utilizaba la misma estrategia de Donald Trump, pero no pude escuchar el porqué. Fernando Dworak ha escrito que cuando el peje dice un disparate y la declaración es utilizada por sus opositores, se afirma que es una edición malintecionada. Después se espera que los académicos hagan las justificaciones pertinentes, para finalmente, lanzar una contraofensiva en las redes sociales apoyada en un uso tendencioso del lenguaje; “no apoyo al peje, pero…”, “soy apartidista, pero…”, etcétera. Cuando Donald Trump decía una mentira, descalificaba a los medios de comunicación que lo contradecían, los llamaba “fake news” y luego contraatacaba en las redes sociales con miles de noticias falsas y en el mundo de la desinformación los votantes no sabían cuál era la verdad y cuál, la mentira. Supuestamente #Verificado2018 nació con el fin de combatir las noticias falsas, “enfrentar estas noticias malintencionadas o imprecisas y desmentirlas con información rigurosa y confirmada”. Después del primer debate de la elección presidencial, @Verificado2018 salió a los medios de comunicación a decir que una vez revisadas las cifras, los secuestros habían bajado en el DF por lo que la cifra de Anaya era falsa. Etcétera publicó una nota titulada “Ricardo Anaya corrige a Verificado 2018 y éste acepta su error” en la que da cuenta que efectivamente las cifras de Anaya eran correctas, pero no estaban de acuerdo con su comparación. Sin embargo, la nota de @Verificado2018 que acusaba a Ricardo Anaya de mentiroso fue reproducida miles de veces. López Obrador ha acusado al periódico Reforma de ser alumnos de Joseph Goebbels, de repetir una mentira hasta que se vuelva verdad. Falsa modestia de Andrés Manuel, pues según el mismo Fernando Dworak, el peje es el mejor discípulo de Goebbels. Andrés Manuel se describió como terco, necio y obcecado en el combate a la corrupción, todas ellas características negativas en cualquier persona, pero como hicieron los nazis que volvieron el término fanático en una virtud, convirtió los insultos en virtudes a través de un uso mañoso del lenguaje. Después del debate, el peje afirmó que le hubiera gustado contestar a las mentiras, pero no lo hizo. Se ciñó al guion, no contestó los ataques y repitió las mentiras de siempre; “gobernaré con honestidad”, “acabaré con la corrupción”, “las escaleras de barren de arriba a abajo”, y un largo etcétera. Tatiana Clouthier, coordinadora de campaña del peje, contestó con más mentiras los ataques que su jefe no pudo atajar en el debate. En un tuit afirmó que en 1988 Andrés Manuel no pertenecía al PRI y que estaba con el Frente Democrático Nacional. Cecilia Soto, excandidata presidencial, señala en otro tuit que las elecciones en Tabasco en ese año fueron en noviembre, por lo que cuando se realizó el ‘mega fraude’ Andrés Manuel seguía en el PRI. Mientras escribo estas líneas, las mentiras de Tatiana Clouthier se reproducen miles de veces en las redes sociales, es la misma estrategia de desinformación de Donald Trump.
El 20 de septiembre de 2013, en una videoconferencia escuché a Antonio Diez Quesada decir: “ITAMitas, somos los únicos que nos autonombramos como tribús.” Una tribu es un grupo social cuyos integrantes comparten un mismo origen, así como ciertas costumbres y tradiciones. No creo que la costumbre de jugar dominó en la cafetería se conserve, pero seguramente habrá otras características que nos identifiquen como miembros de la tribu. Vanessa Rubio, la coordinadora de la Oficina del Candidato a la Presidencia de México José Antonio Meade, ha vuelto a meter el dedo a la llaga al tuitear un video del 2016 en el que Andrés Manuel López Obrador define a los itamitas como “malos técnicos” y “corruptos”. Para el candidato de MORENA, los itamitas somos responsables de la tragedia nacional y de la caída de la economía. “Hay rarísimas excepciones, Adrián es una de ellas” aseveró. No se sabe a qué Adrián se refería, pero el hecho de que Andrés Manuel mencione las rarísimas excepciones, confirman la regla. “Pero, por lo general son malos técnicos que se creen científicos. Lo más lamentable y reprobable, son corruptos” pontificó el ahora candidato. Previo a este video, Andrés Manuel había tuiteado que “Meade, como Videgaray, es egresado del ITAM, la escuela de tecnócratas neoporfiristas que han dañado la economía de la gente y a la nación.” “Generalizar es ser idiota, particularizar es la única distinción del mérito” dijo William Blake, el mayor artista que Gran Bretaña haya producido según el diario The Guardian. Generalizar es un error de la mente para simplificar lo abstracto y que ya sabes quién pueda manejar lo que no entiende. No recuerdo haber visto las materias de corrupción I, II y III en los planes de estudio del ITAM, por lo que no se puede aseverar que ser corrupto sea una de las características de la tribu. El ser buen o mal técnico dependerá de las habilidades y capacidades de cada egresado de la institución, por lo que tampoco se podría asegurar que sólo son buenos técnicos aquellos itamitas que se incorporaron a su partido, como Mario Delgado Carrilo o Vidal Llerenas Morales, pues la habilidad y destreza no dependen de la afiliación a un instituto político. Por lo demás, sorprende que una persona que se tardó 14 años (1973-1987) en completar la licenciatura en Ciencias Políticas y Administración Pública y con un promedio de 7.72 tenga los conocimientos en economía para distinguir entre un buen y mal técnico, los conocimientos en ingeniería de petróleo para afirmar que es tan sencillo como cavar un pozo de agua y los conocimientos en psicología para asegurar que basta con que el Presidente deje de robar para que toda la administración pública, en su conjunto, deje de robar.